La Policía de Fronteras y la Policía de Migración no bajan la guardia en el combate al tráfico ilícito de personas en la frontera norte, prueba de lo cual fue la aprehensión de un sospechoso de cometer este delito la mañana del Martes Santo.
El sujeto fue identificado como un costarricense de apellido López, de 54 años de edad, el cual era objeto de un seguimiento por parte de la Policía de Migración, cuyos oficiales lo observaron mientras captaba a cuatro nicaragüenses que acaban de ingresar por un paso fronterizo no habilitado, ubicado en la comunidad de Guacalillo, cantón de La Cruz, Guanacaste.
López los trasladó a bordo de un vehículo y, posteriormente, cuando se desplazaba a gran velocidad, fue interceptado ocho kilómetros al sur del puesto fronterizo de Peñas Blancas, en un control vehicular realizado sobre la Ruta 1, Carretera Interamericana Norte.
El sujeto intentó evadir el control policial a alta velocidad, exponiendo de esta manera la integridad de las personas migrantes, así como de la ciudadanía en general y de los oficiales que estaban efectuando las respectivas diligencias y abordajes en carretera.
Los policías fronterizos detuvieron a López, a quien le decomisaron 49.000 colones y 65 dólares en efectivo, dinero que fue entregado por las personas migrantes como parte del pago para el ingreso y traslado desde la frontera hasta la ciudad de Liberia.
Bajo la dirección funcional de la Fiscalía de Liberia, el sospechoso fue detenido y puesto a la orden de dicha autoridad judicial, donde podrían enfrentar cargos por la presunta comisión del delito de tráfico ilícito de personas.
Estás acciones demuestran el compromiso que tienen las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública por atacar este tipo de criminalidad, así como por resguardar las fronteras de nuestro país.
Los cuatro extranjeros que intentaban ingresar ilegalmente al país fueron presentados como testigos ante la mencionada fiscalía, luego de lo cual la Policía de Migración se encargó de repatriarlos.
La Policía de Tránsito, por su parte, le retiró las placas al vehículo, además de formularle infracciones al conductores por no contar con autorización para el transporte remunerado de personas.
Con esta aprehensión suman ya ocho los sospechosos detenidos en el cantón de La Cruz por presuntamente traficar con seres humanos.
Dicho delito, en su forma ordinaria, está sancionado con penas de 2 a 6 años de cárcel, mientras que en su modalidad agravada se castiga con penas de entre 3 y 8 años de prisión.
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CRinfomativo
